La calidad del mobiliario escolar es fundamental no solamente por cuestiones estéticas, sino también para garantizar la comodidad de los alumnos y para que cumpla adecuadamente su función dentro del aula. Descubre las claves para equipar las clases de una escuela o colegio.

La calidad del mobiliario escolar es fundamental no solamente por cuestiones estéticas, sino también para garantizar la comodidad de los alumnos y para que cumpla adecuadamente su función dentro del aula. Además, hay que tener en cuenta que será usado por cientos de estudiantes durante muchos años, por lo que la calidad es imprescindible para que los muebles duren más tiempo. Por eso, a la hora de elegir el material y el mobiliario escolar, aunque es cierto que se trata de algo muy personal según el estilo del centro, es necesario tener en cuenta los aspectos que explicamos a continuación.

Funcionalidad

En función del tipo de asignatura que vaya a impartirse dentro del aula, el mobiliario puede variar. Y es que no es lo mismo, por ejemplo, elegir los muebles para la clase arte que para el aula de tecnología. El mobiliario diseñado para los entornos de aprendizaje específicos favorece el desarrollo de las capacidades del alumno.

Además, es importante tener en cuenta el tipo de estudiantes que estarán en la clase. Si estamos hablando de estudiantes de primaria, lo habitual es que se cree un entorno de grupo, mientras que si hablamos de estudiantes de secundaria o bachillerato, la clase se organizará de una manera más individualizada. Y, en el caso de muebles para niños de preescolar, estos deberán ser más pequeños. Si el mobiliario escolar se ajusta al tipo de estudiante y a las asignaturas que se imparten, los alumnos podrán mejorar su nivel de concentración.

Ergonomía

Los niños dedican una tercera parte del día a las actividades escolares, por lo que los problemas de espalda aparecen cada vez a edades más tempranas. Para prevenirlos, es muy importante que, además de darles una buena educación postural, les proporcionemos el mobiliario adecuado a sus necesidades y a sus característica antropométricas. A la hora de seleccionar y distribuir el mobiliario escolar, debe tenerse en cuenta la talla, la edad y el crecimiento de los alumnos, ya que esto repercute en la adopción de posturas incorrectas.

Si es posible, la silla debe ser regulable, tanto en altura como en fondo y respaldo, de manera que el niño pueda sentarse con la pelvis atrás, las piernas en ángulo recto, los pies apoyados en el suelo y la espalda recta sobre el respaldo. En caso de no contar con sillas regulables, es muy importante elegir el modelo adecuado para cada edad. El uso de una silla no recomendada para la altura del alumno provoca que tienda a mantener una postura flexionada de la columna, a no apoyar los pies en el suelo y a no usar el respaldo. Si es posible, la mesa debe ser también regulable en altura y disponer de una superficie que combine inclinación y horizontalidad.

Seguridad

La seguridad del mobiliario escolar también es un punto muy importante a tener en cuenta. Todos los elementos que conforman el equipamiento del centro deben cumplir con los siguientes requisitos. Las puertas deben contar con protección para evitar que se atrapen los dedos, los herrajes deben permanecer ocultos de la manipulación infantil, las partes móviles del mobiliario deben mantener cuando estén en movimiento una distancia de seguridad inferior a 0,8 o a partir de 2,5 cm para evitar accidentes con dedos o pies, los acabados deben presentar bordes redondeados sin salientes o incluir protecciones anti-traumatismos, los barnices y pinturas deben ser atóxicos y los muebles que cuenten con ruedas deben disponer de freno accionable con pedal para impedir que giren una vez que hayan sido bloqueadas.

El orden como clave de almacenamiento

En la clase se utilizan distintos materiales que pueden suponer una distracción para los estudiantes, especialmente para los más pequeños. Por esta razón, es muy importante fomentar el orden en clase, contando con muebles de almacenamiento para guardar todo lo que se utiliza habitualmente. Estos espacios, por supuesto, deben ser accesibles y encontrarse a la altura de los niños que van a utilizarlos, tanto para que puedan cogerlos ellos mismos como para que se impliquen en mantener todas las cosas en su sitio.

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